La leyenda de Sthendal

Aqui esta la leyenda de Sthendal tal como es narrada en WoE I:

Paso un momento y una sombra se acerco, había observado toda la escena. Sthendal miro con curiosidad a su pupilo, sonrio, lo miro con tristeza, era mucho lo que había hecho Doryan en aquellos días, tenia realmente un espíritu de águila, de fuego, no se rendiría hasta lograr sus objetivos, pero desgraciadamente vio en su futuro una estrella de dolor, de tragedia. ¡Doryan! Esta es lo que nos toco vivir, una tragicomedia constante de la que el ya había sido parte. Asi es, el no era ningún héroe legendario, más de la mitad de las historias que contaban los bardos sobre el no eran ciertas, asqueado del mundo, de su fama, de los malos agradecimientos, había decidido presisamente alejarse, radicarse en aquel paraje a poder disfrutar sus últimos días en paz.

- los héroes son solo figuras para el pueblo, las verdaderas historias son mas trágicas- dijo en tono bajo de voz

No, no era presisamente Sthendal un pesimista, al contrario, estar solo le había llevado a amar todas las cosas vivientes, a entrar en armonía consigo mismo y escuchar lo que tenia que decirle su voz interior y a superar sus miedos y su trastornador pasado. Era la tranquilidad que siempre había añorado.No Doryan no fui un guerrero que venció al dragon de Raigkianac que asotaba las ciudades y parecía significar el fin de todo, fue una hazaña falsa y es curiosamente la que más resaltan sus mentirosos biógrafos. Ademas había un dolor que aun hoy le carcomía y que tal vez no podría superar hasta el dia de su muerte.

¿Cómo había empezado todo? Si, fue años antes, el Sthendal había sido un miserable soldado que había sobrevivido a una terrible batalla siendo uno de los pocos sobrevivientes del bando perdedor. Soldado de Thalion, Sthendal se había internado en el bosque de Alinion, intentando huir de sus enemigos, allí herido, sin su armadura, quizá pensando que se acercaba la muerte había llegado hasta una pequeña laguna. En ella había escuchado una voz que cantaba una canción hermosa, asustado se acerco y espio a través de los matorrales. Y vio una mujer hermosa, la más hermosa que había visto jamás, estaba desnuda bañándose en el rio. Tenia unas enormes alas blancas, su cabello rubio caia desordenado en medio del rio. Todo parecía estar en armonía con ella, los pajaros parecían cantarle homenajes.

Sthendal soldado no pudo evitar enamorarse de ella, sin embargo cometió el error de hacer un pequeño ruido. La hermosa angel rubia pareció darse cuenta y desapareció rápidamente dejando una sensación de absurdo y soledad, en la tormentada mente del soldado Sthendal. Habia recorrido aquel bosque maldito en busca de ayuda y asi herido llego hasta una pequeña cabaña. Alli a la entrada se desmayo, cuando se despertó una anciana atendía sus heridas. El simplemente reposó, pronto se recupero, la anciana había sido muy amable con el. Decidio que se retiraría por un tiempo y que no quería más guerra, que viviría en aquel lugar tranquilo, ayudando a la anciana a traer leña y comida y a las actividades campestres y de reflexión. Caminando por el bosque, pensaba que no había vida mejor que aquella alejada de todos los conflictos humanos.

A pesar de su vida tranquila, la anciana pronto enfermó de una horrible enfermedad contagiosa, su pobre y vieja cara se lleno de horribles chacras y feas protuberancias. Stndhal no se explicaba como aquella pobre mujer había enfermado asi, pero decidió estar con ella hasta el final, pues le había cogido mucho cariño, sin importarle el riesgo de contraer la terrible enfermedad. La mujer empeoraba, Sthendal no podía abandonarla y la ciudad estaba muy lejos, ambos sabían que aquello solo podía desembocar en la muerte.

Finalmente después de hacer todo lo posible la anciana murió, Sthendal con lagrimas le beso su frente, valorando aquel ser humano que le había cuidado. Sorprendentemente, la mujer, su cadáver empezó a resplandecer y pronto se trasformo en la hermosa rubia que había visto bañándose alguna vez en el lago, Sthendal de la impresión no podía decir ninguna palabra. La mujer angel le hablo:

- Tienes un corazón noble Sir Sthendal, eres mi elegido.
- ¿Tu…elegido? ¿Cómo podría serlo de tan tamaña belleza, ¡oh celestial princesa!, que mis ojos no soportan ya…
- Te juzgas mal a ti mismo, ¿Sabes quien soy?
- Noo…tengo mis sospechas pero…
- Soy Ur Sofhtia
- ¡Mi diosa!

Sthendal se arrodillo inmediatamente

- Deja eso, no estoy aquí para ser adorada, estoy aquí para compartir contigo, mi amante, anhelo profundo, guerrero plateado.

Sthendal se sorprendió ante las palabras de la diosa
- Tienes un destino muy provechoso, algún dia tendras que tomar una difícil decisión…
- Ya la tome, dejame servirte toda mi vida

Ur sofhtia sonrio, se acerco lentamente, Sthendal se creyo en un sueño y justo en ese momento ella lo beso lentamente en sus labios.

- Yo…por que yo?
- No hagas preguntas…solo disfruta- dijo la diosa sonriente
- Desde luego, mi diosa- dijo Sthendal
- No soy tu diosa, llamame Sofhtia me gusta mas
- Como usted ordene mi bella Sofhtia

A partir de aquel momento, Sthendal vivio uno de los mejores momentos de su vida, inicio una serie de placeres, deseos y sueños prohibidos, convirtiéndose en el amante de la diosa. Se enamoro profundamente de ella, se preguntaba si ella sentía lo mismo, ella decía quererlo, pero era una diosa, ¿Qué podía interesarle a una diosa la suerte de un triste mortal?. Aun asi, intentando luchar contra sus dudas y disfrutanto de la actual felicidad decidió no preguntarle.

Asi vivio muchos años que se le fueron rápidamente, Sofhtia le contaba historias, salian por el bosque a jugar y conversar, en ocasiones bailaban, por la noche miraban las estrellas. Tambien Sofhtia lo doto de algunas habilidades y lo entreno en el arte de la guerra. Creyó que su vida seria asi siempre, siendo ella la misma diosa del amor era imposible que aquel sentimiento se extinguiera, pues el estaba junto al amor mismo encarnado.

Aun asi, pronto llegaría un acontecimiento que cambiaria el rumbo de las cosas, Sofhtia estaba llorando un dia en la cama, preocupado por ella, decidió intentar consolarla.

- No estoy aquí simplemente por que quiero, hay algo mas…hay algo más para lo que fuiste elegido
- Yo, ¿diosa mia?
- Si, eres el héroe que liberara al mundo de la tirania que ahora se abarca sobre el. Un peligroso nigromante esta intentando traer al mundo a Evilnuri el dios del mal, me temo que solo tu con las habilidades que te he otorgado puedes detenerlo
- Yo, diosa mia
- Asi es, pero es tu decisión, si quieres puedes permanecer a mi lado, no se te juzgara…
- Sofhtia…
- Me he enamorado de ti, no puedo ocultar mis sentimientos, nunca debes dudar de ello
- Pero, ¿Qué debo hacer?
- Solo tu puedes tomar la decisión...pero debo advertirte que si te vas, nunca más volveras a verme

Sthendal se retiro triste, se sento en una roca, el mundo dependía de el, aquel en que había crecido, aquel en que había vivido tantas emociones y conocido tanta buena gente, ¿debia pagar el mundo su egoísmo?, no, el siempre había sido un luchador, un guerrero valiente hasta el final. Triste y atormentado tomo la decisión de dejar a la bella diosa, esta simplemente se paro, camino lentamente, le dio un beso de despedida y se esfumo en el aire, Sthendal solo pudo sentir una ligera brisa, después de tantos momentos compartidos juntos, las palabras sobraban y era la mejor despedida que podían tener.

Sthendal salió al mundo y pronto empezó a ser reconocido por varias hazañas, derroto a dragones, elementales, enormes serpientes, criaturas venidas de otro mundo. Sus habilidades le permitieron resaltar y convertirse fácilmente en un héroe aclamado por el pueblo, era aplaudido donde llegaba. Sin embargo, el principal mal que asotaba las regiones era el dragon Raigkianac, poderoso dragon gusano que ya había destruido gran cantidad de ciudades, Sthendal le toco ver la miseria que dejeba a su paso. Lloro al ver las casas destrosadas, los cadáveres mutilados y los niños abandonados. A parte el dolor de la perdida de su amada lo atormentaba constantemente, su corazón permanecia triste y distante ante las insinuaciones de algunas de las mas bellas doncellas.

Sin embargo, a pesar del dolor, Sthendal sabia cual era su papel. El guerrero decidió prepararse para el enfrentamiento con la temible bestia, venciendo toda clase de monstruos, guerreros y obstáculos, siempre luchando por lo que el creía lo correco. Sthendal hacia estas hazañas y al terminar siempre las encomendaba a su diosa, quizá con la esperanza de que algún dia ella le volviera a aceptar en su regazo. Sin embargo su principal confrontación estaba por llegar, pues fuerzas oscuras se movían ya en el mundo.

El nigromante Naki Karef intento hundir el mundo en la destrucción al estar cerca de convocar a Evilnuri suprema deidad del mal en las cuevas de Goldunor, Sthendal llego justo a tiempo, desafiándolo a batalla abierta. Sin embargo Naki Karef no había sacado su mejor carta, el dragon Raigkianac quien le servia fielmente, Sthendal quedo sorprendido ante la inmensidad de la bestia. Naki Karef empezó a hacer el ritual de invocación, mientras el tenia que vérselas con el poderoso dragon negro.

La batalla fue ardua, durante años los bardos la han adornado y colocado elementos más fantasiosos de lo que fue en realidad. Efectivamente Sthendal no estaba solo, contaba con dos fieles amigos, uno que murió poco después lamentablemente, quienes en parte serian los que trasmitirían la epica historia, la cual por ser trasmitida oralmente pronto se fue confundiendo como rio que se combina con otros ríos antes de llegar a su desembocadura. No se puede decir que Sthendal no tuvo merito en la epica hazaña, pues aun con un miedo terrible frente a aquella monstruosa criatura, entregándose completamente, recibiendo multiples heridas, había logrado primero cortarle una cabeza al dragón, de las tres que tenia, sin embargo eso no quería decir que estuviera definitivamente acabado.

Pronto Sthendal estaba malherido y no podía moverse, sabia que no podría hacer nada mas y estaba a la disposición del dragón, el cual lo miraba ya victorioso. Sthendal emitió un ultimo rezo a la que había sido su amada dispuesto a entregar su alma. El dragón lanzo una enorme bocanada de fuego ardiente hacia el lugar que se encontraba. Sthendal se cubrió con su desajustado escudo que no aguantaría mucho la furia del dragon, con sus ultimas fuerzas de paladin se defendió. El fuego se concentro en su escudo y de repente el fuego salió disparo hacia varios sitios. Sthendal se extraño pues su escudo nunca había tenido esa propiedad. Una parte del fuego choco contra una enorme estalagmita en el techo de la caverna, que cayo y aplasto al dragon quien fue penetrado de una lado a otro muriendo irrediablemente. Sthendal no podía creer su suerte, la leyenda que se trasmitió posteriormente fue que el legendario caballero había parado el fuego con sus poderosas manos y se lo había devuelto al dragón destruyéndolo, nada mas lejos de la extraña y curiosa verdad.

El Nigromante Naki Karef quien se encontraba con su discípulo haciendo el ritual final, concentrados completamente, no podían percibir que el dragon había sido derrotado pues su confianza en el era plena. Sthendal con sus ultimas fuerzas, casi arrastrándose, se acerco lentamente a donde estaban los hechiceros diciendo las palabras oscuras, los magos no podían percibir su presencia. Sthendal subió los escalones, su sangre chorreaba lentamente de su brazo, se acerco a Nari Karef y con un ultimo esfuerzo clavo su espada en el mago atravezandolo de palmo a palmo. Nari Karef no alcanzo a entender del todo lo que había pasado y cayo con la boca y los ojos abiertos en el centro del ritual. Su alumno grito de terror, intento asesinar al que había asesinado a su maestro. Pero uno de los amigos de sthendal, que era picaro y cobarde (el otro era otro guerrero pero al igual que sthendal estaba bastante herido a raíz de la pelea con el dragon) impidió tal acontecimiento.

El joven aprendiz viendo que tenia todas las de perder, juro venganza y huyó de aquel lugar que empezó a desmoronarse. Harrilic el picaro saco a sus dos amigos con sus fuerzas de aquel horrible lugar, al fin habían acabado con aquella amenaza que había destruido gran parte de sus amigos y coterráneos. Pronto Sthendal se recuperó, sus amigos estaban muy contentos, la celebración fue de varios días y su nombre era aclamado en varios lugares de la tierra.

Al principio aquella gloria le vino muy bien, le ofrecieron poder y sthendal aceptó. Pronto sthendal se dio cuenta de los riesgos del poder y se dio cuenta que podría ser fácilmente corrompido, además de ganarse multiples enemigos. Esto lo desconcertó bastante y sumado a la muerte de su amigo (el otro guerrero cuyo nombre era Camil), se hundió en una tristeza abrumadora que finalmente le llevo a tomar la decisión de retirarse y refugiarse en el bosque donde ahora se encontraba, solo Harrilic conocía la ubicación de su escondite y parece que Doryan había hablado con el, se pregunto como el guerrero había dado con el escurridizo bandido.

Ahora permanecia en aquella constante tranquilidad, entrenando, observando la naturaleza, escribiendo pequeños escritos, dedicado a pequeños placeres. Alejado de un mundo que lo había desilucionado luego de haberle otorgado su liberación. Alli vivía en armonía, solo el recuerdo de ella, de aquel amor lo torturaba de vez en cuando, pues era una dolorosa pena que le duraría por el resto de sus días. Ahora se daba cuenta del tamaño de la decisión que había tomado al dejarla. A veces se preguntaba si no hubiera sido mejor estar a su lado, que salvar a un mundo que no quería ser salvado.

Si Doryan, pensó Sthendal, no soy un héroe, también siento, también siento miedo, soy un ser en una jaula de huesos como tu. Duerme, pues llegara el dia en que tu también deberas tomar una difícil decisión….

Y ahora Doryan esta en las mismas que su maestro >.<